Hipnotismo a lo largo de la historia

La hipnosis ha sido conocida por el hombre por miles de años. Históricamente,

la práctica de alterar la consciencia del hombre ha sido llevada a cabo por los chamanes,

wiccas, médiums espirituales y doctores espirituales, por varias razones.  Civilizaciones antiguas de Egipto y Grecia registraron que la forma más rápida de ponerse en contacto con el reino espiritual es a través de rituales que son similares a lo que ahora se llama como hipnosis, meditación y visualización.

Experiencias comunes para el sueño profundo, la anestesia y el poder del subconsciente se han observado en diferentes documentos religiosos, como en el Antiguo Testamento del cristianismo y en el Talmud del judaísmo.

Algunas versiones incluso dicen que muchas mujeres fueron acusadas como brujas y así quemadas en la hoguera debido a su práctica de "cortar" el vientre de la mujer durante el parto difícil para ayudar al niño a salir del útero. Las madres no sentían dolor durante la "operación" y los bebés nacían exitosamente - con las parteras usando solo hierbas y aceites mientras pronunciaban algún canto reconfortante y tranquilizador. Esta práctica, de la cual tuvo mucho creyentes, es una de las prácticas más antiguas hasta ahora conocida de lo que en el presente se llama parto por cesárea.

Tomando el ejemplo de sus antiguas tradiciones, las culturas indígenas incluso hoy en día, aprovecha el control y la sugerencia de la mente y su capacidad  para sanar - o para dañar.

Magnetismo cautivador

En el mundo moderno, el primer roce del hipnotismo con la ciencia era conocido a finales de 1700, a través del médico austríaco Dr. Franz Anton Mesmer, el "Fenómeno" que se llamó magnetismo animal. Mesmer creía que a través de una fuerza mística canalizada a través de bañeras de agua y varillas magnéticas fluían a través de sus súbditos, pues podría hacer que las personas y los animales entren en trance. 

Él afirmaba que este poder místico se debía a las ondas magnéticas. Él arrullaba a sus súbditos en sumisión a través de fijarlos en un determinado objeto, y a través de la repetición monótona de ciertas palabras. Aquí fue donde la palabra "hipnotizar" que todavía usamos hoy para referirse al acto del asombro y estupefacción ante una cierta figura de la que fue acuñada.

Pero pronto en el estudio científico adicional del hipnotismo, el concepto de animal, el magnetismo finalmente fue descartado. Abbe Faria, un científico en el siglo XIX, declaró que el hipnotismo practicado por Mesmer no era a causa de los animales sino a través del poder de la sugestión.

El péndulo

Más estudios y experimentos en control mental se realizaron a través de los años, pero fue una investigación lanzada en 1842 que se consideró el punto de inflexión en el estudio de las ideas de Mesmer. El cirujano escocés James Braid fue uno de los primeros científicos para atribuir el proceso de pasar el trance a un fisiológico proceso. Él creía que el estado de trance no se debía a la potencia magnética del hipnotizador; sino a través de una atención intensa y embelesada sobre un objeto en movimiento y llamativo sobre el tiempo, como en un collar de reloj icónico. "Una Fijación ocular prolongada", creía Braid, que el cerebro se cansa y hará que el sujeto esté bajo lo que él llamó "Sueño nervioso". 

Así, Braid acuñó el término "hipnotismo" e "hipnosis", con la palabra griega de "dormir".

Braid, con sus contemporáneos como Ambroise-Auguste Liebeault, Hippolyte Bernheim y J.M. Charcot, más tarde se centraron más en el impacto que tenía la motivación psicológica de la hipnosis en lugar de su concepto inicial de la fatiga y el sueño nervioso. También dieron los primeros pasos en la hipnosis médica, en el que consideran el hipnotismo para tratar diferentes aspectos psicológicos y físicos en sus pacientes.

Condiciones

Siguiendo los caminos tomados por el doctor Braid, más estudios sobre el uso de la hipnosis en medicina siguieron con mejores resultados esta vez. Un reflejo (aunque quizás inconscientemente) las prácticas de los médicos antiguos, la medicina moderna comenzó a pisar con cautela el uso de la hipnosis como anestesia para matar el dolor. El mundo de la medicina tenía una gran incredulidad en este método; como en un el caso de 1842, cuando hubo un informe de una amputación exitosa e indolora, cuyo procedimiento se hizo a través de hipnotismo. Pero fue descartado rápidamente.

Aún así, los profesionales médicos pro-hipnotismo persistieron con sus estudios. Dr. James Esdaille, un médico británico que ejerció en la India, realizó casi 400 operaciones controladas por el dolor con pacientes bajo hipnosis. 

Conocido como el "Padre del Hipno-anestesia, "Esdaille también integró su educación occidental con la cultura en la India. De la mano con su práctica médica, también realizó una terapia de trance sin drogas tradicionalmente de Bengala, India. Los casos de Esdaille eran numerosos, tales como operaciones de ojos, oídos y garganta, amputaciones, tumores y crecimiento canceroso y remociones de tejidos dañados. Esdaille informó que no había dolor y cero mortalidad bajo su llamada "Anestesia mental".

Lo que es más sorprendente es que después de las cirugías, Esdaille iba más allá hipnóticamente  sugiriendo a sus pacientes que sus heridas no darían lugar a ningún tipo de infección o efecto secundario. Es cierto que ninguno de sus pacientes se les había informado sobre la detección de efectos secundarios posteriores a la operación. Muchos creyeron que los aspectos subconscientes de los sujetos de Esdaille respondieron bien al hipnotismo. Cuando Esdaille sugirió a sus pacientes que no serían infectados, sus funciones corporales actuaron en consecuencia lanzando anticuerpos que combaten la infección.

Pronto, la muerte de Braid, Esdaille y otros colegas afines, más el el avance de los anestésicos a través de los productos químicos, fue disminuyendo el interés por el hipnotismo.

Hipnotismo Histérico

¿La histeria y la hipnosis? Extraños compañeros de cama a primera vista tal vez; pero después la hipnosis mantuvo un perfil relativamente bajo después de que el doctor Braid, hizo con el hipnotismo un regreso en la década de 1880 cuando se corroboraron las nuevas versiones de su obra. El avivamiento también vino con nuevas experimentaciones, particularmente en el uso de la hipnosis en el tratamiento de la histeria dirigida por el neurólogo Jean Martin Charcot.

Charcot, y más tarde su alumno Pierre Janet, trataron varios casos de trastornos con condiciones diversas, pero más particularmente la histeria, a través de lo que llamaron disociación. Esta técnica, utilizada en una gran cantidad de pacientes, complementa algunos de los datos almacenados en la mente, de modo que aspectos como una habilidad particular o una información del pasado se puede ocultar o recuperar.

Los experimentos considerados de referencia en ese momento, arrojaron resultados impresionantes e inspiraron en trabajos posteriores como el del psicólogo francés Alfred Biet y el padre del psicoanálisis Sigmund Freud.

De hecho, Freud usó los trabajos de Charot y de otro médico francés, Hippolyte Bernheim, para fortalecer el marco de sus estudios iniciales sobre inconsciente y el hipnotismo.

Mientras tanto, la ciencia ha enriquecido el diccionario laico una vez más, ya que fue en este tiempo que Ambroise-Auguste Liebault acuñó el término relación - lo que significa que el consenso crítico es requerido entre el hipnotizador y el sujeto para una sesión de hipnosis exitosa. Hoy, aún usamos la palabra rapport que significa la conexión de comunicación agradable entre dos partes, una cierta similitud en la longitud de onda.

Hipnotismo y guerra

Un arma poderosa, un dispositivo estratégico, una técnica de inteligencia y una herramienta médica: todos estos roles se tomaron a través de la hipnosis durante las guerras mundiales I y II.

El trauma de la guerra es común en los soldados que se han enfrentado a los horrores de la guerra.

El hipnotismo fue utilizado por los médicos para ayudar a los pacientes a dejar de lado sus recuerdos reprimidos, y eventualmente tratar la amnesia u otros resultados o condiciones. Este tipo de terapia también ayuda al paciente a aliviar su carga emocional y sus tensiones mentales resultantes del trauma.

La poderosa sugerencia invocada por la hipnosis también se usó como una herramienta de inteligencia militar. Por ejemplo, una información extremadamente confidencial que tiene para pasar personalmente se puede proteger a través del poder de la sugerencia.

En este caso, la información se le dará a un soldado bajo hipnosis. Después de la información que haya sido retransmitida con éxito, el hipnotizador luego sugiere al mensajero que nunca recordará un solo detalle sobre el mensaje, por lo tanto el hipnotizador está asegurando que permanezca en secreto para siempre.

Como la hipnosis también puede ser efectiva para alterar el comportamiento de una persona, también fue utilizada como una estrategia para infiltrarse en las filas enemigas. G.H. Estabrooks, un médico que ha trabajado con las autoridades de los Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, divulgó en una revista médica que las propiedades de modificación del comportamiento del individuo a través de la hipnosis fueron útiles para enviar un agente de penetración profunda dentro de un territorio comunista.

También narró: "Trabajé esta técnica con un teniente marinero vulnerable llamado Jones. Bajo la atenta mirada de la inteligencia marina, tomó la personalidad de Jones A y Jones B. Jones A, es un marine "normal" de trabajo, que se convirtió completamente diferente. Hablaba de doctrina comunista y lo decía en serio. Fue bienvenido con entusiasmo por las filas comunistas.

También Hitler tenía un poder hipnótico frente a su público cuando daba un discurso frente a sus seguidores. Convenció al pueblo alemán completamente sobre sus pretensiones y aspiraciones políticas para que la gente estuviera de su lado completamente todo el tiempo y sin ninguna oposición hasta su muerte. La forma como pronunciaba sus palabras, su mirada y su famoso saludo con la mano alzada, hacían parte de sus pretensiones para con el pueblo. Hitler necesitaba el apoyo de todo el pueblo alemán y estaba decidido y convencido que tenía que lograrlo. Así lo hizo.